lunes, 26 de diciembre de 2011

Casa Winslow de Frank Lloyd Wright

La casa Winslow fue realizada por Frank Lloyd Wright a sus 26 años, pocas semanas después de haber abandonado el estudio de Sullivan.

Ya en sus comienzos resultó polémica por su novedad, debido a que lo que estaba de moda en aquella época por Chicago eran las casas estilo “neo-Tudor” con tejados muy inclinados.
La propuesta de Wright por su parte era una mezcla de clasicismo y pintoresquismo, donde además los materiales eran dejados naturalmente, algo absolutamente único en aquella época. La fachada principal es de una chocante simetría, recurso que Wright abandonaría rápidamente, al igual que las ventanas de guillotina. Aparecen sin embargo elementos fundamentales de la arquitectura residencial de FLW como el zócalo, los techos levemente inclinados, la chimenea como elementos estructurador del programa y los 2 pisos.


Hoy la casa Winslow es una de las 17 obras seleccionadas por el AIA como ejemplos de la aportación de Wright a la cultura norteamericana.

William Winslow, editor de House Beautiful, fue el primer cliente de Wright, cuando abrió su propio estudio de arquitectura en Chicago en 1893. La casa William Winslow ha sido un paso esencial en el desarrollo de la Prairie House, ya que fue aquí donde Wright desarrolló por primera vez las formas exteriores y los conceptos en el alzado que le permitirían comenzar a dar forma desde fuera a las cualidades dinámicas del espacio interior.

Estos conceptos incluyen los fundamentos que unen la casa al lugar, el protagonismo de la primera planta como espacio vital sobre la segunda planta y el techo a cuatro aguas con apariencia de flotar por encima de la construcción.

En la casa Winslow destaca la extrema simetría de la fachada delantera de la casa, incluyendo un par de urnas, maceteros característicos de las Casas de la Pradera de Wright, en cada lateral del camino de entrada, la disposición de las ventanas, puertas y en el medio la chimenea de gran tamaño.

En el diseño original incluso se había pensado en un pabellón octogonal en la parte sur de la casa para equilibrar la puerta de la cochera ubicada en lado norte, pero nunca se llegó a construir.

La Casa Winslow floreció en el paisaje de un barrio residencial de provincias en River Fores, Illinois, Estados Unidos.

Para las normas actuales, la casa construida para William H. Winslow es un edificio sobrio, noble y elegante. Sin embargo, para el gusto del año 1894 era algo tan inusual que suscitaba las burlas de los vecinos. Un gran número de elementos indican el distanciamiento de las normas de la arquitectura dominante en el Midwest durante el siglo XIX.

Los muros exteriores se elevan directamente desde una base de piedra encofrada, que Wright denominó "nivel de aguas subterráneas". Alrededor del edificio la vegetación es poco abundante, acentuando así la unidad entre la casa y el terreno.

En lugar del habitual tejado de fuerte pendiente, roto por una chimenea alta y delgada, el tejado se inclina suavemente desde una voluminosa chimenea, creando un gran voladizo sobre las ventanas del piso superior que se encuentran a su vez enmarcadas en una franja de material más oscuro que acentúa este voladizo confundiéndose con la sombra que este provoca. Esta visera con la que Wright envuelve la casa crea una visera que nos permite mirar más allá, hacia el horizonte, ya que es allí donde quiere llegar, a conquistar el oeste, a California.

El uso de esta franja de material oscuro que corona los muros de la fachada también logran que, junto con el tono oscuro de la cubierta, quede resaltado el canto de la cubierta de color blando creando por primera vez la imagen de un plano como remate, como cubierta, aunque en este caso fuese sólo una ilusión también fue todo un presagio. Las ventanas mismas van desde el antepecho hasta el dintel, en lugar de terminar unos treinta centímetros más abajo, con lo que no dan la impresión de ser agujeros en un muro, sino aperturas en un plano.

La casa Winslow también cuenta con un concepto dual que se evidencia al comparar el alzado principal con el alzado posterior. Mientras que de frente la casa muestra casi todas las características de una obra clásica en su alzado trasero sus formas se rompen, se retranquean, aparecen formas sinuosas, etc. rompiendo con la "caja-estuche" que existía en esa época. La fachada sigue siendo un elemento estructural, si, pero transpira, permite las visuales, es como una membrana, es el comienzo del famoso espacio diafragmático de Wright.

Aunque el alzado frontal, con su clara simetría, anuncie una entrada central como en las obras clásicas lo cierto es que la casa Winslow no es en absoluto una casa clásica. El acceso se produce de forma tangencial por uno de los laterales.

Exterior

El frente de la casa es completamente simétrico y de apariencia formal. El medio espacio entre la cornisa blanca, que remarca la terminación del muro de ladrillos, y el alero del techo, es rellenado con paneles de terracota marrón oscuro gravados, entre los cuales se abren las ventanas de la segunda planta.

Aparece por primera vez la "fenestración o aventanamiento a intervalos" interrumpida con superficies ornamentadas que posteriormente será sustituída por la "fenestración o aventanamiento en bandas", debajo del característico "tejado de faldón bajo" del estilo pradera, estilo que se cristalizó no en una obra concreta, sino en una serie de casas.

El resultado es que el techo parece flotar por encima de la masa de ladrillos, como si tratara de separarse físicamente del resto de la estructura.

El exterior fue diseñado en primer lugar, y las plantas se hicieron a continuación, a medida.

Establo

En la parte trasera de la casa se levantó un establo - estudio en el interior del cual crecía un árbol que atravesaba el techo.

En este estudio adyacente a la casa, Winslow desarrollaba su hobby, publicar libros no comerciales en ediciones limitadas. En 1896 Winslow y Wright colaboraron en la edición de un libro donde se exponían muchas de las ideas del arquitecto sobre la vida doméstica, la arquitectura y la novedosa casa que ahora es una valiosa pieza de colección.

El diseño de esta casa fue tan inusual para la época, que su propietario dejó sus recorridos habituales para evitar oír los comentarios de sus vecinos.

Interior

En el interior, los espacios están bien definidos, pero fluyen suavemente entre si, en lugar de dar la impresión habitual de bloques situados dentro de otros bloques.

Las partes en madera son sencillas y están trabajadas al natural, la discreta obra de talla y de recubrimiento contrasta con el exceso de adornos recargados tan a la moda. Todo el conjunto irradia una elegancia digna y discreta, desconocida hasta entonces en aquella época de exageraciones.

Fiel a sus principios para estas amplias casas, Wright ubicó los ambientes para la vida diaria en la planta baja, dándole prioridad. Los dormitorios están en la planta superior.

Materiales

Los materiales se han trabajado según su diferentes naturalezas: el hormigón conserva su primitivo color blanco, los ladrillos romanos dorados siguen siendo ladrillos romanos dorados, el friso de terracota sobre el muro del piso superior es de un color marrón intenso, en una época en que se revocaba el ladrillo, se pintaba la madera y se ocultaba el hormigón.

Los elementos de mampostería tienen un adorno de follaje al estilo de Louis Sullivan, el material base es el ladrillo romano, también se emplea la piedra y el yeso.

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