martes, 26 de marzo de 2013

Restaurante Besso en Palma de Mallorca, un proyecto de Negre Studio

El restaurante Besso es un establecimiento de 180 m2, orientado a una calle del concurrido paseo marítimo de Palma de Mallorca (España), que cuenta con una zona de bar y un área principal de restaurante. Su diseño, que firman Jorge Bibiloni, Juan Manrique y Neus Barceló (Negre Studio), parte de una original proposición: acompañar al cliente por el interior del local a través de la iluminación y del juego de lamas de madera que revisten el techo.

Al establecimiento se accede a través de un pequeño vestíbulo con doble puerta de cristal. Para el resto de la fachada también se ha utilizado cristal transparente en el que se han impreso las elegantes letras del logotipo del restaurante. De este manera, ya desde el exterior, se aprecia la calidez que proporciona la madera combinada con una cuidada iluminación, dando lugar a un suave juego de luces y sombras.
Justo a la derecha de la entrada se encuentra la zona de bar. Las botellas iluminadas producen un agradable y colorista efecto visual dentro de las estanterías en las que se guardan. Delante de la barra del bar y guardando la misma estética, se emplazan dos volúmenes revestidos con madera que sirven como zona de espera.
A la izquierda, se ha creado un espacio más informal con mesas altas y taburetes. Las mesas en madera de roble han sido diseñadas por Negre Studio y ofrecen la posibilidad de unirse o separarse en función de las necesidades.
También vidrio, pero esta vez satinado blanco, ha servido para revestir los grandes pilares que, al atravesar el techo de lamas y tener iluminado el perímetro, crean un efecto de continuidad infinita.
El principal objetivo del proyecto, que es el de conducir a los clientes hacia el fondo del local donde se encuentra la zona de comedor, se materializa a través del techo, utilizándolo de forma funcional al combinar la orientación de las lamas y la iluminación.
Las lamas de roble que revisten este paramento cambian de orientación puntualmente para comunicar y conducir al cliente a las diferentes zonas del restaurante. Para reforzar el efecto, se utiliza una iluminación difusa cuando las lamas cambian de orientación y una iluminación puntual, cuando no. Diecisiete metros de estas piezas retroiluminadas recorren el techo desde la entrada hasta el espacio de restaurante propiamente dicho. Estas últimas evocan a las pasarelas situadas en los puertos del mismo paseo marítimo.
El juego de horizontalidad y verticalidad pasa del techo a las divisorias verticales. Así como en el techo se utiliza el aglomerado rechapado en roble, las verticales son macizas. En ellas también se juega con la luz para enfatizar los huecos que sirven como estantes mediante líneas de led integradas.
De esta forma, se consigue separar los espacios sin perder la visibilidad hacia el exterior y dejar que la luz exterior entre hasta el fondo del local.
Fuera del techo, la madera continúa siendo protagonista indiscutible del mobiliario en la barra del bar, mesas y sillas tapizadas. A ellas se suma un banco perimetral de más de 23 metros, situado al fondo del local. Además, en las paredes del restaurante y coincidiendo con los espacios de las lamas del techo, se han colocado cuerdas de esparto que recuerdan a la vida marítima de la zona.
Para más información visiten: Negre Studio











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