sábado, 13 de julio de 2013

The Fabulous Frozen Factory. El nombre lo dice todo en esta heladería mexicana, diseño de Jakob Gómez.

Las heladerías son uno de esos lugares que nos devuelven a la infancia. Y cuanta más fantasía, parece que mejor. Es, al menos, lo que ocurre con The Fabulous Frozen Factory, un local en San Pedro Garza García (México) que, sólo con el nombre, no se sabe si se trata de una heladería o un espectáculo de feria.

Las dos cosas en realidad, pues tal y como indica el nombre, el interiorismo se basa en una máquina de hacer helados dentro de una fábrica. Elaborados, además, de manera criogénica, con todas las nubes de hielo seco y sonidos típicos que conlleva. Así que, ¡que empiece el show!
El diseñador mexicano Jakob Gómez es el responsable de este proyecto que toma forma a partir del prototipo creado por MIUNA y Osvany Tolosa, el cual pueden ver en una de las imágenes.
El diseño de la máquina consiste básicamente en el mecanismo para hacer y servir los helados elaborados con nitrógeno, con un guiño a los puestos de juegos de las ferias mexicanas.
La máquina es también un dos por uno: por una parte, prepara los helados y por otra actúa como mostrador y caja registradora. Barras de acero subdividen el espacio en cuatro áreas, las cuales, a su vez, quedan integradas bajo el mismo espacio. Este era el objetivo de Gómez: integrar el prototipo original y organizar el espacio mediante un solo elemento.
Lógicamente, la preparación de los helados queda a la visa. Por otra parte, Gómez ha respetado los colores originales del prototipo. Una tonalidad de azules, rosas y violetas que aportan un toque de fantasía infantil y ayudan a crear un ambiente parecido al estilo de la película de Tim Burton, Charlie y la fábrica de chocolate.
Porque ya lo dice el nombre, estamos en una fábrica de helados, de modo que la estética es industrial. Los materiales principales de la máquina son de acero y Corian. Los suelos y las paredes, de cemento. Lámparas industriales para el techo y ladrillos a la vista en uno de los muros.
El empleo del blanco para el resto de paredes y el techo crea un ambiente frío y realza los tonos grises y el colorido de la máquina y el rótulo.
Y aquí vuelve la fantasía. El rótulo es otro de los elementos que evocan el ambiente de feria. Siguiendo la paleta de colores de la máquina, está hecho con pintura automotriz y luces led.
Poco mobiliario aparte de la máquina-mostrador. Sólo un banco de madera y un contenedor para los recipientes. Este último también es otro de los elementos que más recuerda a una feria o un circo gracias a su tipografía y colores.
La señalización es también un elemento importante en el interiorismo. Destacan los dibujos y gráficos de las paredes con guiños al mundo de la fábrica, así como los carteles colgantes de fondo blanco, al igual que en el resto de la tienda.
Para más información visiten: The Fabulous Frozen Factory, Jakob Gomez





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