lunes, 4 de noviembre de 2013

Calefacción por biomasa, calor sostenible

Entre los sistemas de calefacción habituales, hay uno que se está implantando poco a poco y cada vez con más fuerza. Es el que funciona gracias a la biomasa, considerada actualmente como la segunda fuente de energía más ecológica y sostenible del mercado, después de la energía solar. Infórmese de las múltiples ventajas de este tipo de energía que la convierten en una de las opciones más interesantes del mercado.

Las calderas de biomasa aún son poco conocidas en España, aunque durante los últimos años se han ido extendiendo por nuestra geografía. De hecho, el Ministerio de Industria, a través del IDAE, ha impulsado campañas para promocionar su utilización. Los países con más tradición en este sentido son Austria y Alemania, que se sitúan entre los primeros en desarrollar las nuevas tecnologías para las calderas de leña.
Dentro de la biomasa, existen diferentes combustibles con características específicas, por lo que se han desarrollado calderas diferentes especializadas en cada tipo de combustible. También podemos encontrar en el mercado las denominadas poli combustible, que pueden consumir cualquier tipo de combustible sólido de biomasa, aunque su tecnología y confort están un poco por debajo de la media. También existen estufas de biomasa con capacidad de generar agua caliente.
Este tipo de calderas aprovecha combustibles vegetales para su funcionamiento. También reciben subvenciones y además su combustible es más económico que los combustibles fósiles, especialmente en lugares muy fríos.
Las calderas de biomasa se pueden complementar eficazmente con chimeneas o estufas de leña. Funcionan con el mismo combustible y son muy atractivas y confortables, aportando el encanto del fuego a las estancias.
¿Cómo escoger una caldera de biomasa?

A la hora de adquirir una de estas calderas, hay una serie de puntos que conviene tener en cuenta:

- Es muy importante que el fabricante garantice el alto rendimiento de la caldera mediante mediciones certificadas. Ha de ser superior al 85%.

- La caldera debe disponer de modulación continua de la potencia de salida. Es decir, no sólo debe poder regularse mediante su conexión o desconexión, ya que esto provocaría una alta pérdida de energía.
- El nivel de las emisiones de CO2 ha de estar por debajo de los 200 mg/m3, y el de las emisiones de polvo, por debajo de los 150 mg/m3 a plena carga.
- Cuanto más automatizada esté la caldera, mucho más sencillo será su mantenimiento.

- Además, es importante comprobar que el modelo de caldera elegido se esté empleando con eficacia en instalaciones domésticas.


Precios de los sistemas y los combustibles
A pesar de todas sus ventajas, las calderas de biomasa cuentan hoy día con un importante obstáculo de cara a su implantación: su alto precio. En realidad, son las calderas más caras del mercado.

Una caldera de biomasa de 15 kW de potencia y con silo para almacenar los pellets de 750 l de capacidad, sale por unos 2.500 € más IVA. Dependiendo de la potencia, el grado de automatización, si tiene o no programador o control remoto, etc., el precio irá aumentando. Por otra parte, una instalación completa de calefacción para una vivienda de unos 100 m2, con radiadores, tubos, válvulas y mano de obra, sale por unos 8.000 € IVA incluido. Si le añadimos el kit para producción de agua caliente sanitaria, entonces tendremos que sumar unos 1.800 € más.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que
las comunidades autonómicas ofrecen subvenciones para la instalación de este tipo de calderas. Si a esto le sumamos el ahorro anual en combustible, al final pueden ser una interesante opción.
Vía: fotocasa

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