martes, 17 de diciembre de 2013

Alicatar paredes como un profesional

Los revestimientos cerámicos son un clásico en la decoración, sobre todo en lo que respecta a baños y cocinas. Bien sea recubriendo toda la pared, bien se trate sólo de un zócalo a media altura, prácticamente no hay vivienda que no tenga alguna de sus estancias revestida con estos bellos materiales.

Alicatar las paredes no es un trabajo sencillo, aunque si contamos con las herramientas y el material necesario y seguimos el procedimiento paso a paso, podemos obtener resultados estupendos. Eso sí, quizás al principio sea mejor contar con la ayuda de un manitas experimentado o, si tenemos la suerte de conocer a alguno, de un profesional. Pero en este caso la experiencia es un grado, y después de nuestra iniciación en el alicatado seguro que poco a poco conseguiremos dominar la técnica.

Los azulejos son el material a emplear en todos los casos. Los hay de muchos tipos diferentes: estándar, esmaltados, de gres, impresos, vitrificados, gresite o imitaciones… A excepción del gresite, más complicado de colocar y que se instala con una técnica diferente, el resto de los azulejos se colocan empleando el mismo procedimiento. Algunos azulejos requieren dejarse en agua durante unas horas para facilitar su colocación, pero la mayoría no lo necesitan.
 
La pared a revestir debe estar perfectamente lisa y enrasada, sin presencia de humedades ni de grietas. Si vamos a alicatar un baño o cocina y la pared está muy estropeada, una buena opción es colocar un panel de yeso laminado hidrófugo para obtener una superficie perfectamente lisa y en buen estado. Estos paneles se distinguen por su color verde grisáceo, y se pueden adquirir en centros de bricolaje y almacenes de construcción.
 
Antes de empezar a colocar los baldosines, hay que establecer el nivel para que las hileras queden perfectamente horizontales. Para ello, clavaremos con dos puntas que sobresalgan ligeramente un listón a ras de suelo, comprobando su horizontalidad con un nivel de burbuja. Este listón nos servirá como guía para poner la primera hilera de azulejos; las siguientes se apoyarán sobre ésta. Una vez alicatada la pared, retiraremos el listón y remataremos la parte inferior con trozos de azulejos cuidadosamente cortados a la medida.
 
Para pegar los baldosines se emplea cemento-cola específico. Este producto se vende en polvo para mezclar con agua, y también al uso, en tubos o en cubetas. Ambas versiones son buenas para el trabajo, aunque quizás la segunda sea más cómoda (y también más cara). El cemento-cola se aplica con una llana dentada y a continuación se pegan los azulejos, colocando separadores o crucetas entre ellos que deberemos retirar haciendo palanca con un destornillador, cuando el adhesivo esté prácticamente seco.
 
Para terminar hay que rellenar las juntas. Para ello podemos emplear el mismo cemento-cola o un producto especial; se pueden incluso colorear con tintes para pinturas al agua. Las juntas o llagas se rellenan con una llana de goma o un llagueador; la pasta se deja secar un poco y después se limpian los restos con una esponja y agua. Cuando se seque del todo, limpiaremos la pared a fondo con agua hasta retirar todos los restos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario