viernes, 18 de abril de 2014

Moquetas: arreglos caseros

Las moquetas han experimentado en los últimos años un gran cambio. Si durante los años 70 y 80 casi no había un hogar que no contase con su moqueta en el salón o los dormitorios, después vinieron tiempos de decadencia para los pavimentos textiles, que no resurgieron hasta el rápido auge de las moquetas de fibras naturales durante los años 90. Hoy día hay muchos tipos y estilos de moqueta, lejos de los aburridos tonos y ásperos acabados de hace año. Las moquetas del siglo XXI son cálidas y acogedoras, perfectas para ambientes modernos. ¡Ah! Y son más fáciles de limpiar...



Pero quien más, quien menos ha sufrido algún desperfecto en su moqueta, y aunque parezca mentira casi siempre se pueden solucionar. Las manchas son los problemas más habituales en estos pavimentos. Para eliminarlas hay dos premisas fundamentales: inmediatez y conocimiento de causa. Esto es: cuanto antes eliminemos la mancha, mejor se irá; y también es importante saber de qué tipo de mancha se trata. Las manchas de grasa se pueden eliminar frotando con cuidado la zona con amoniaco rebajado con agua (si no se va la mancha, intentaremos ir disminuyendo la cantidad de agua) y un cepillo de raíz.


La bencina también es un buen producto para limpiar grasa, y existen asimismo limpiadores especiales para moquetas que se pueden emplear. Las manchas de tinta se pueden intentar eliminar con zumo de limón o incluso con leche; si están secas y no se van, podemos probar a aplicar con cuidado agua oxigenada de 110 volúmenes (peróxido de hidrógeno, un producto decolorante) rebajada con agua al 50%. Este producto decolora las superficies como si se tratara de lejía, por lo que es preciso usarlo con precaución.

En el caso de que se haya producido una quemadura en la moqueta, intentaremos repararla de la siguiente manera. Hay que cortar la superficie alrededor de la quemadura dejando un radio de 1 cm. El corte se realiza con un cúter afilado, intentando cortar en bisel. Una vez retirada la zona quemada, la utilizaremos para dibujar su contorno en un trozo nuevo de moqueta (siempre es conveniente guardar una parte cuando se coloca) y lo recortaremos intentando realizar el mismo bisel. El nuevo trozo se pega con pegamento de contacto, para después cepillar bien la zona de manera que los pelos de la moqueta se integren.

Las moquetas en formato de losetas son mucho más sencillas de arreglar, porque lo único que hay que hacer es levantar la loseta estropeada y sustituirla por una nueva. Es conveniente guardar una cierta cantidad de material para emergencias, en la misma habitación y a salvo de la luz del sol y la humedad. Si no hemos tomado esa precaución, otra posible solución es levantar una loseta de alguna zona no visible (que esté debajo de algún mueble) y cambiarla por la estropeada. Para pegar las losetas puede utilizarse pegamento acrílico de contacto o cinta de doble cara.

Vía: Deco Estilo

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