jueves, 17 de abril de 2014

Suelos flexibles

Fueron los grandes protagonistas de los años 60 y 70, quizás por lo económicos que resultaban en una época en la que el dinero no abundaba en los hogares españoles. Al crecer el nivel de vida de la población, los suelos flexibles (linóleo, plásticos, corcho...) comenzaron a desaparecer de las viviendas, al ser sustituidos por materiales de mayor calidad y mejores cualidades en cuanto a durabilidad, resistencia y aislamiento, como la madera o la cerámica. Pero una vez más, la historia se repite y en los últimos años hemos visto renacer a este tipo de pavimentos, gracias a nuevos diseños, mejores calidades y variedad de acabados.



De hecho, algunos suelos vinílicos o linóleos exclusivos pueden llegar a costar más que algunos suelos laminados, tarimas de madera, revestimientos cerámicos o moquetas. Eso sí, su precio se ve compensado por el hecho de que su colocación apenas precisa de mano de obra especializada; incluso los puede colocar uno mismo.
ANTES DE COLOCAR UN SUELO FLEXIBLE
Asegúrese de que cuenta con suficientes metros de material; si tiene que comprar más es posible que no encuentre el mismo modelo, o que no presente los mismos tonos. Además, hay que procurar que el pavimento final presente la menor cantidad de juntas posibles.
Si lo va a hacer usted mismo, hágase con todas las herramientas y materiales: además del suelo necesitará herramientas para cortar, cola acrílica de contacto, rodapiés para la unión con las paredes y perfiles de transición, si va a colocarlo en varias habitaciones contiguas.
El suelo original ha de estar nivelado y sin agujeros ni grietas importantes. Si no lo está, puede igualarlo vertiendo un mortero autonivelante, que aportará una capa de unos 3 mm de espesor.
VENTAJAS E INCONVENIENTES
Ventajas:
Los suelos flexibles se colocan sin obras, lo que reduce su coste y el tiempo de instalación.
Salen bastante económicos, sobre todo comparados con otros pavimentos.
Son una buena solución cuando queremos renovar estancias y vivendas de uso provisional (por ejemplo, casas de alquiler) sin gastar mucho y de manera limpia y rápida.
Hoy día, existen todo tipo de acabados. Desde los clásicos que imitan madera o baldosas cerámicas, a diseños simulando suelos de piedra o césped, pasando por divertidos pavimentos para habitaciones infantiles.
Además de los suelos vinílicos y de linóleo, hay otras opciones como los suelos de corcho o de caucho. El corcho aporta aislamiento y es muy ecológico, mientras que el caucho amortigua sonidos y golpes
Se pueden cambiar sin necesidad de obras.
Se limpian simplemente fregándolos con agua y jabón; también se les pueden aplicar productos abrillantadores.
Inconvenientes:
No ofrecen un acabado tan noble como la madera o la cerámica; nunca dejarán de ser una imitación.
Son menos resistentes; se queman y agujerean con mayor facilidad.
No son buenos para suelos radiantes, siendo preferible los pavimentos cerámicos.
Son algo complicados de colocar si no se tiene mucha habilidad o experiencia en bricolaje.
TIPOS DE SUELOS FLEXIBLES
Vinílicos: se presentan en rollo o losetas. Están realizados con PVC, aunque actualmente muchos de ellos llevan hasta un ochenta por ciento de materias naturales en su composición. Son los más resistentes y los que mayor variedad de acabados ofrecen. Precio: desde 16 €/m2.
De linóleo: los más ecológicos, se fabrican con aceite de linaza mezclado con corcho triturado, resinas y otros componentes. Existen opciones en rollo y losetas. Son perfectos para viviendas sostenibles y habitaciones de niños por su ausencia de toxicidad. Precio: desde 11 €/m2.
De caucho: están fabricados con gomas (pueden ser naturales o artificiales), pigmentos y otros aditivos para aportar fuerza y resistencia. Son adecuados para lugares donde sean frecuentes las caídas: cuartos de niños, salas de gimnasia, viviendas de personas mayores.... Amortiguan los golpes y son antideslizantes. Precio: en losetas, desde unos 35 €/m2; de caucho reciclado, a partir de 38 €/m2.
De corcho: actualmente están bastante en desuso. Están realizados con virutas de corcho natural aglomeradas con resinas; los hay continuos y en losetas, que suelen presentarse ya barnizadas. Aportan excelente aislamiento térmico y acústico, y son ecológicos y reciclables. Precio: en losetas, entre 3 y 9 €/unidad. Parquet encolado: desde 18 €/m2.
NOTA: Los precios indicados son sin instalación; si queremos que nos coloquen los suelos, tendremos que añadir al presupuesto unos 20 €/m2. De todas formas, una de las ventajas de estos suelos es que puede colocarlos uno mismo y así abaratar los costes.
MANTENIMIENTO
Los suelos vinílicos, de linóleo y de caucho pueden limpiarse simplemente con detergente y agua. Existen productos que sirven para pulimentarlos y renovar su superficie cuando se deterioran, aportando nuevo brillo.
Los pavimentos realizados con losetas permiten cambiar las piezas cuando se estropean. Sólo hay que guardar algunas en la misma habitación donde se haya instalado el suelo, en un lugar alejado de la luz directa del sol, y cambiar las losetas estropeadas despegándolas para colocar las nuevas.
Vía: Deco Estilo

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