jueves, 19 de noviembre de 2015

¿Quién diría que no a trabajar en la oficina de Fairphone en Ámsterdam?

Este es el tipo de trabajo ideal: compañía dedicada a fabricar teléfonos inteligentes que prioriza los valores sociales y sostenibles en un espacio fresco y atractivo que invita al público tanto a comprar uno de sus smartphones como a tomarse un café en su oficina si fuera un lugar público (lo sentimos pero no lo es).

El trabajo perfecto está en Ámsterdam, en la nueva sede de Fairphone. “Una empresa social que trabaja para crear una economía más justa y cambiar los métodos habituales de hacer las cosas. Abrimos las cadenas de suministro, resolvemos problemas y usamos la transparencia para debatir lo que es verdaderamente justo”, se describe a sí misma.

Traducción: teléfonos inteligentes hechos con materiales (minerales en concreto) procedentes de zonas libres de conflicto, con un diseño pensado en la durabilidad y la reparabilidad y remuneraciones justas tanto para los proveedores como los empleados.
Suena bien, ¿no? Si a ello unimos el trabajo realizado por el Melinda Delst Interior Design, en colaboración con el estudio Modderman Studio, el resultado es este fantástico espacio de trabajo.
Esta es la descripción que nos ha pasado el estudio:
Ubicada en Ámsterdam, la compañía recientemente se mudó a un viejo almacén construido en 1884, con inmensas vistas al rio IJ y la ciudad.
Las instrucciones para la nueva sede de la compañía eran una planta abierta, con oficinas transparentes, enfatizando materiales reutilizables y respetuosos con el medio ambiente.
Con dos meses y medio como fecha límite para terminar el trabajo, el reto estaba en conseguir el objetivo de la compañía usando formas creativas para los materiales reciclables en un corto espacio de tiempo y un presupuesto limitado.
La mayoría de las estructuras originales del almacén, como las vigas y las paredes, se han dejado intactas para mostrar la historia y el contexto del edificio. Esto ha permitido colocar los espacios de trabajo cerca de las ventanas para poder disfrutar así de la gran entrada de luz natural y las magníficas vistas a la ciudad.
Las áreas de reuniones informales o a puerta cerrada se han colocado en el centro, con una gran área para la cocina y el bar cerca de la entrada de la oficina.
Materiales como la madera y el acero definen esta oficina diáfana. Los espacios de reunión y las cabinas para conferencias a través de medios como Skype se han construido con los marcos de las ventanas que tenían los anteriores inquilinos.
Despojados de otros materiales y repintados, estos marcos definen las medidas y el diseño de estas salas de reuniones. Las paredes se han revestido con madera de caucho, un producto desechable en la industria del caucho.
El acero en bruto se yuxtapone con los marcos de madera creando un contraste con la luz natural del almacén.
Los muebles usados y las luminarias encontradas en sitios como eBay o tiendas de segunda mano crean pequeñas salas de estar para los espacios de reuniones informales. Plantas y lámparas vintage penden de las vigas y del techo de madera creando jardines colgantes.
“El éxito del diseño radica en la dinámica y el proceso creativo del equipo así como cuestionar las elecciones hechas en relación a los valores de Fairphone. Nuestro foco principal a la hora de elegir los materiales se ha situado en el coste entre reciclados y nuevos”, dicen desde el estudio de Melinda Delst.
“De algun modo la industria de la construcción necesita pensar más en el ambiente actual”.

Vía: diarioDESIGN






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