jueves, 1 de diciembre de 2016

Decorar con plumas

A veces en diseño de interiores los decoradores e interioristas se devanan los sesos para encontrar ideas para decorar espacios distintos, originales o curiosos. Uno de los trucos más usados es pensar en un objeto cualquiera, cotidiano, sencillo, y darle la vuelta de mil formas para aplicarlo a la decoración.
En el post de hoy queremos centrarnos en uno de eso objetos: una simple pluma. Un objeto suave, ligero y etéreo que suele asociarse con decoración de interiores femenina, pero que bien empleado puede quedar estupendo en cualquier ambiente y estilo.
Una vez elegido el objeto en el que poner el foco, podemos usarlo de múltiples modos: Desde hacernos con unas cuantas plumas sueltas blancas o de color y colocarlas en un plato decorativo o en un tarro para adornar una mesa de centro, un aparador o una mesita auxiliar, hasta representarlas en láminas, enmarcarlas y colgar los cuadros en cuadrícula o apoyados sobre una repisa o sobre el suelo.
Una opción muy utilizada también al decorar con plumas es hacerlo en cojines, bien representando su imagen de forma fotográfica o pintada directamente impresa sobre el tejido, o bien bordando encima de forma que quede en relieve. También se usan al natural, cosiéndolas por los bordes para lograr cojines que parecen cobrar vida al pasar por ellos una simple brisa.
También el papel pintado es un recurso habitual, empleando la pluma como trama con la que cubrir los muros del salón. En su defecto, vinilos con plumas sueltas también pueden quedar decorativos en determinados espacios.
Otra opción es iluminar cualquier estancia con una lámpara de plumas. Ideales sobre todo para el dormitorio, a veces se emplean también sobre la mesa de comedor, en forma de aplique decorativo o incluso para decorar el salón. Para estos casos normalmente se utiliza la pluma blanca, aunque una lámpara de plumas grises o negras también le puede dar un toque espectacular a la estancia.
En otro nivel, más adecuado para estilos femeninos con un punto clásico como el shabby chic, se suelen utilizar grandes plumas blancas saliendo de estrechos jarrones para adornar centros de mesa, y pequeñas plumas claras o rosas para el borde de las tulipas de las lámparas, ya sean de sobremesa o lámparas de araña.
Finalmente, una de las opciones más adecuadas para la decoración moderna son los rosetones de plumas, elementos circulares de diversos tamaños y colores en los que las plumas se disponen de forma concéntrica creando un complemento perfecto para decorar una pared, colocarlos sobre el suelo o, en tamaños más pequeños, utilizarlos a modo de cojín.

Vía: Decofilia



















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