jueves, 29 de diciembre de 2016

El frigorífico como elemento para decorar cocinas

A la hora de elegir un frigorífico, debemos tener en cuenta la capacidad que necesitamos almacenar, que dependerá de la cantidad de personas que haya en casa y el espacio que tenemos en nuestra cocina. Tenemos que tener en cuenta que los frigoríficos son un elemento básico y probablemente el más importante de una cocina, ya que nos permite conservar durante más tiempo los alimentos.
Los frigoríficos, dada su altura, normalmente se suelen situar en los extremos de las cocinas o bien de forma aislada, dependiendo de su diseño y del que hayamos planificado para la cocina. Y preferible cerca del fregadero ya que, especialmente en el caso de los que fabrican hielo, ambos necesitan agua. Es aconsejable que no esté junto a los electrodomésticos que emanan calor (horno, microondas, etc.) y de los fuegos.
Hoy en día hay infinitas variedades en el mercado, de diferentes tamaños, colores y temáticas, así como diversos tipos: los convencionales, combi, ecológicos, con varias puertas, personalizados, etc.
Empezando por los tradicionales, antiguamente solo existían frigoríficos con una sola puerta y sin congelador. Posteriormente comenzaron a incorporar un pequeño congelador arriba con puertecilla abatible, pero siempre compartiendo la misma puerta, es decir, que había que abrirla entera para acceder al congelador. Más tarde, se empezaron a separar ambas funciones: los frigoríficos comenzaron a incorporar un pequeño congelador separado en la zona superior: son los frigoríficos convencionales de dos puertas, que aún hoy se venden, pues ocupan poca altura y para una persona resultan suficientes.
Como una evolución del frigorífico convencional salieron los tipo combi, que aumentaban el tamaño del congelador, dedicándole algo más de un tercio del frigorífico en su zona inferior. Son los frigoríficos más comunes hoy en día y los más demandados en el mercado.
Más tarde aparecieron los frigoríficos tipo americano, más anchos (miden unos 90cm) y con dos puertas contiguas, de forma que el congelador queda al lado del frigorífico. Esto solucionaba las necesidades de almacenaje que se quedaba cortas con los combi, especialmente para familias numerosas, o glotonas, pisos compartidos, etc. Estos frigoríficos además disponen de numerosos “opcionales” como fábricas de cubitos de hielo, hielo picado e incluso agua.
Y por último, como un paso más, están los “Side by Side”, que básicamente son como los frigoríficos americanos pero de mayor medida (120cm. de ancho), ya que llevan una columna de congelador del mismo tamaño que la columna del frigorífico, como si se tratara de dos bloques independientes. Obviamente, requieren el espacio de dos módulos de cocina enteros, por lo que sólo son aptos para cocinas de un cierto tamaño.
En cuanto al diseño u opciones para decorar, los puede dejar vistos, puede elegirlos panelables (en los que buena parte de las puertas se recubren con el diseño y color de las puertas de su cocina, pero dejando ver parcialmente otras zonas, como el tirador, los mecanismos, etc.) o integrados (la opción más limpia decorativamente hablando, puesto que quedan “encerrados” en una puerta como la del resto de muebles de tu cocina). El inconveniente en cambio es que al tener que ir encajados en un mueble, la capacidad real del frigorífico es algo menor (50-55cm de ancho en lugar de los 60cm habituales).
Si los quiere dejar vistos, puede integrarlos con el resto de muebles (en estos casos es muy típico elegirlos de acero -mejor que tenga una pátina antihuellas, si no se pasará el día limpiando, o bien separarlos del resto, eligiendo un diseño totalmente diferente. Sin ánimo de hacer publicidad, la firma Smeg sacó al mercado hace ya tiempo sus característicos frigoríficos de aire “retro” en mil colores y desde entonces han seguido decorando cocinas por todo el mundo.
Además, hoy en día en que todo puede personalizarse, el DIY también llega a los frigoríficos, así que puede o bien comprar de fábrica alguno con motivos decorativos que le atraigan, o bien personalizarlo con vinilos especiales para frigoríficos, decorarlo con imanes que le gusten o incluso, si dispone de un frigorífico antiguo, pintarlo de colores con pintura especial, dando un toque vintage a su cocina. ¿Quién iba a pensar que un frigorífico iba a ser un elemento decorativo en su cocina?

Vía: Decofilia















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