miércoles, 20 de diciembre de 2017

Un apartamento abierto y luminoso... con muy poco

Ahora que dejamos los días templados y volvemos a nuestra rutina de invierno, es buen momento para hacer un repaso de nuestro pequeño retiro de playa. Si en su apartamento falta luz, espacio y organización, con este proyecto en Valencia diseñado por el arquitecto Carles Enrich le mostramos cómo con pocos gestos es posible transformar un espacio por completo y sacar el mayor partido de su refugio de verano.
Nuevos aires

El proyecto busca introducir la mayor cantidad del luz natural en el interior, y eliminar las particiones innecesarias, persiguiendo un esquema diáfano y limpio. Así, el interior queda oxigenado y los espacios se disfrutan desde la multifunción. Ya desde la entrada se hace posible percibir el perímetro completo de la vivienda, gracias a la sencilla y sutil organización de estancias. El programa se organiza en dos bandas: hacia un lado el salón-cocina; hacia el otro, el dormitorio-estudio y baño. El espacio principal se abre en su extremo hacia la terraza y las vistas.
Espacio libre
La intervención se plantea desde la norma estricta de la sencillez. La vivienda ha de tener el equipamiento óptimo para poder pasar unos días de vacaciones y dedicar el mínimo tiempo al orden y limpieza. La casa, sencillamente, se ordena sola. Tres son los elementos que componen la intervención: el blanco en la envolvente, la baldosa cerámica para el suelo, y la madera de pino del mobiliario. Con esto se consigue dar forma al interior, preparando las estancias con una atmósfera neutra, lista para cualquier invitado. Los tableros contrachapados de madera dan forma a los armarios de cocina, rematados con una encimera de silestone blanca impoluta. La cocina se convierte en un espacio de estancia y de paso, abierto al resto de la vivienda.
Versátil con poco
El elemento de mayor presencia del interior es un mueble-estantería de manera permeable que separa ambas zonas de la casa. Realizado por completo con tableros de madera contrachapada, sustituye al antiguo tabique del dormitorio principal, ofreciendo espacio de almacenamiento y conexión visual entre ambas zonas. De esta forma, las estancias se definen con recintos de usos, a través del programa, sin necesidad de barreras físicas. El mueble se vuelve opaco en la zona más próxima a la cocina, ocultando armarios de suelo a techo, así como la puerta de acceso al cuarto de baño. La madera suaviza el interior y lo sumerge en un ambiente cálido y doméstico.
Continuo y permeable
El dormitorio, en continuidad con el espacio principal gracias al tratamiento uniforme de superficies y elementos, es de nuevo una estancia sencilla y holgada. El mueble central ofrece cierta independencia, sin comprometer la concepción global del interior de la vivienda. Una mesa de escritorio de madera clara se coloca a ras del marco de la ventana, recibiendo luz directa y tamizando la claridad de la estancia.
Abierto a todo
El proyecto muestra las posibilidades de transformación de un interior antes sobrecargado y fragmentado. La total apertura del espacio, tanto hacia el exterior como interiormente, permite el uso optimizado de la vivienda, sin renunciar a estancias holgadas, circulación fluida y generoso espacio de almacenamiento. Un lujo estos días.

Para más información visiten: Carles Enrich
Vía: habitissimo



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