domingo, 31 de octubre de 2010

Camas Coco-Mat

Son camas hechas con algas, coco, cactus, crin de caballo... hasta llegar a las 17 materias naturales que las componen. En ellas -con sus distintos pisos de colchones encimados, de uno a cuatro- se duerme más que bien, se sueña con mares, selvas y otros reinos de la Madre Natura. Las podría haber inventado Robinson Crusoe -contaba con los elementos básicos a su alrededor-, pero hubo que esperar hasta 1989 a que lo hicieran Coco-Mat, con sus camas más griegas que el queso feta.



Paul Efmorfidis -el coco de Coco-Mat- sería la perfecta reencarnación del náufrago de Defoe. De hecho, este espartano, cincuentón vital y padre de cuatro hijos podría ser el protagonista de una novela de aventuras. Paul fue trotamundos, vendedor, profesor y periodista entre un sinfín de ocupaciones. Un buen día perdido en uno de los pequeños pueblos costeros griegos descubrió que un viejo pescador rellenaba las grietas de su casa con algas que, con su yodo, actúan como un escudo natural. De ahí a la línea de Coco-Mat, más viajes por el mundo, toparse en Tailandia con un artesano de la fibra de coco y suma y sigue hasta inventar los increíbles colchones ortosomáticos (sin nada de metal) que se adaptan y miman cada músculo del cuerpo.


Más información: Coco-mat

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