miércoles, 2 de marzo de 2011

Lámpara Incandescente

Una lámpara incandescente es un dispositivo que produce haz de luz mediante el calentamiento por efecto Joule.

Nombres en distintos países: Ampolleta (Chile), Bombilla (España, Puerto Rico), Bombillo (Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, República Dominicana, Cuba y Venezuela), Lámpara o Bombillo (Argentina, Venezuela, Colombia y Uruguay), Lamparita (Argentina, Uuguay), Foco (Argentina, Puerto Rico, Uruguay, raras o algunas veces en México y España, en este último caso se refiere también a lo que define el diccionario como foco: luz potente dirigida en una dirección, como los faros del automóvil.) Foco o Foquito (Argentina, Ecuador, Panamá, Bolivia, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Paraguay y Perú; en Chile, además, se refiere al faro u óptica del automóvil y en Ecuador aunque en algunas zonas de este, también se refiere a una linterna) Bujía (Nicaragua, Honduras).



El invento de la lámpara incandescente se atribuye generalmente a Thomas Alva Edison que presentó el 21 de octubre de 1879 una lámpara práctica y viable, que lució durante 48 horas ininterrumpidas, sin embargo esto es un error, pues el invento fue primeramente desarrollado por Humphry Davy y perfeccionado por Warren de la Rue. El 27 de enero de 1880 le fue concedida la patente, con el número 223.898. Otros inventores también habían desarrollado modelos que funcionaban en laboratorio, incluyendo a Joseph Swan, Henry Woodward, Mathew Evans, Jamen Bowman Lindsay, William Sawyer y Humphry Davy.

Cabe recordar que el aleman, Heinrich Goebel ya había registrado su propia bombilla incandescente en 1855, mucho antes por tanto que Thomas A. Edison. Tiempo después, pero siempre antes que a Edison, el 11 de julio de 1874 se le concedió al ingeniero ruso Alexander Lodiguin la patente nº 1.619 por una bombilla incandescente. El inventor ruso utilizó un filamento de carbono.

La bombilla es uno de los elementos más utilizados por el hombre desde su creación hasta la fecha. Según un ranking de la revista Life es la segunda más útil de las invenciones del siglo XIX. La comercialización de la bombilla por parte de la compañía de Thomas A. Edison estuvo plagada de disputas de patentes con sus competidores.

La lámpara incandescente es la de más bajo rendimiento luminoso de las lámparas utilizadas: de 12 a 18 lm/W (lúmenes por vatio de potencia) y la que menor vida útil y durabilidad tiene: unas 1.000 horas, pero es la más difundida, por su bajo precio y color cálido de su luz. No ofrece muy buena reproducción de los colores, ya que no emite en la zona del espectro de colores fríos, pero tener un espectro de emisiones continuo logra contener todas las longitudes de onda en la parte que emite del espectro. Su eficiencia es muy baja, ya que solo convierte en trabajo (luz visible) alrededor del 15% de la energía consumida. Otro 25% se transforma en energía calorífica y el 60% restante en radiación no perceptible, luz ultravioleta y luz infrarroja, que acaban convirtiéndose en calor.

Las lámparas incandescentes, al menos en Europa, están siendo retiradas progresivamente del mercado, siendo sustituidas por opciones más eficientes, como las lámparas fluorescentes compactas y las basadas en tecnología LED.

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