jueves, 8 de marzo de 2012

Consejos para un buen descanso

Escoger la cama, el soporte y el colchón adecuados son las claves de un descanso eficiente. Algo que es de vital importancia si tenemos en cuenta las horas de nuestra vida que dedicamos a esta importante función y la capacidad de rendimiento después de una buena noche.



1. La longitud mínima de una cama es la correspondiente a la altura del cuerpo más 20 cm. Una cama individual nunca debe tener una anchura inferior a 90 cm y una cama doble nunca debe ser inferior a 160 cm.

2. El dormitorio debe ser un lugar para el descanso y la relajación. La temperatura ideal es 18 grados centígrados.

3. El ruido puede interrumpir el sueño, al igual que el exceso de luz, por lo que es importante que el dormitorio sea un lugar tranquilo y oscuro.

4. Ventile bien la habitación antes de acostarse. Así, no sólo mejorará la calidad del aire sino que garantizará unos correctos niveles de humedad.

5. Compre un colchón, almohada, somier y ropa de cama de buena calidad. Atención a los materiales: látex, viscoelástica, fibras naturales... cada uno tiene una sporpiedades diferentes que conviene conocer. Consulte con su tienda.

6. Es una buena idea seguir siempre la misma rutina para irse a la cama (leer o escuchar música) para preparar el cuerpo para la relajación nocturna.

7. No realice cenas copiosas o con alimentos grasos o especiados. En su lugar, realice una cena ligera. Tampoco es conveniente dedicar mucho tiempo a la televisióna ntes de ir a dormir.

8. Las necesidades medias de sueño de un adulto están entre siete y ocho horas. Después de los 50, la media desciende por debajo de unas seis horas.

9. Cuando se siente bien y descansado durante el día, es que ha dormido lo suficiente por la noche.

TIPOS DE COLCHONES

- Viscoelástico: Este colchón copia la forma del cuerpo como un molde, por lo que la presión se distribuye de forma uniforme sobre todo el cuerpo, evitando las zonas de presión que dificultan la circulación. Por ese motivo el usuario se mueve menos y disfruta de un sueño más reparador.

- Colchón de muelles: Se realizan con dos configuraciones básicas. El de alambre continuo consiste en un alambre en zig-zag o doble espiral y ofrece un buen soporte, aunque se notan los movimientos de la otra persona. En el de muelles individuales estos se interconectan mediante alambres y están unidos al aislante, sobre el que se encuentra la tapicería. Con el tiempo las zonas que soportan una mayor presión se deforman, por lo que es importante que estén bien reforzadas.

- Colchón de látex: Consiste en un núcleo de látex enfundado en un acolchado. Se realizan con dos tipos de materiales: el látex natural, que proviene del árbol del caucho, y el sintético, fruto de un proceso químico con petróleo. El sintético, más barato, no se adapta tan bien al cuerpo.

- Colchón de espuma: Cuenta con un núcleo de espuma de poliuretano enfundado en una tela. Se realizan con diferentes densidades que le confieren distintas durezas.

- Futones: Constan de un saco de algodón u otro tejido relleno de materiales naturales o sintéticos. Se pueden usar como sofá o cama.


- Camas de aire y colchones hinchables: Exteriormente se parecen a los clásicos de muelles, pero en su interior tienen como núcleo una cámara de aire en lugar de muelles. Existen diferentes niveles de dureza que se pueden ajustar inflándolo o desinflándolo.

Vía: Decopasión

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