martes, 23 de abril de 2013

Azulejo rectificado

Se trata de un proceso de desbaste lateral de las piezas cerámicas, que le hacen perder ese borde curvo natural. Se hacen pasar las baldosas cerámicas por unas muelas que literalmente se van "comiendo" el lateral de las piezas, hasta tener un canto recto. El proceso final del rectificado es la aplicación de un pequeño desbaste inclinado en el borde de la superficie, a modo de diminuto bisel, que determine dos efectos: Por un lado evita un borde afilado y cortante que pueda suponer un peligro en la manipulación de la baldosa y por otro lado facilita tanto la colocación como el rejuntado final.



Por tanto, debemos considerar que el rectificado es un proceso añadido sobre un azulejo que genera 2 resultados que debemos tener en cuenta:

  • Un coste mayor de la cerámica. Ya hemos visto que estos azulejos tienen procesos adicionales en su proceso productivo. Esto se ve reflejado en el precio por metro cuadrado de este tipo de azulejos frente a los azulejos porcelánicos y sobre todo frente a los azulejos de gres tradicionales. También los materiales de agarre específicos para revestimientos porcelánicos tienen un coste superior a los utilizados con revestimientos de pasta roja.
  • Una instalación de mayor exigencia profesional.  La preparación del soporte tiene que ser mejor y la colocación es más lenta y complicada. El azulejo de gres se "PONE"  mientras que el porcelánico rectificado se "COLOCA". Para colocar revestimientos porcelánicos es imprescindible realizar un trabajo previo  de albañilería, hay que maestrear las paredes puesto que necesitamos que estén completamente lisas. Estos trabajos previos son necesarios para la colocación de revestimientos porcelánicos, independientemente de si están o no rectificados

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