jueves, 26 de diciembre de 2013

Velas para decoración de Navidad: Saber cuál elegir

Las velas son ese complemento indispensable para la decoración de las casas del que no podemos prescindir en Navidad. Su forma y aroma pueden ser elegidos cuidadosamente, ya que no todas las velas son iguales. Aquí puede aprender cómo diferenciarlas…

Las velas sobre la mesa de Navidad tienen un algo entrañable que nos une a los que comparten la cena con nosotros. Junto a la decoración navideña, las velas son evocadoras y ponen el punto justo de magia para que nos parezca que cada Navidad es única. Son realmente un complemento indispensable para decorar la mesa en esta época y en otros momentos del año, como pueden ser las cenas románticas, con amigos, etc.
 
Pero no todas las velas son iguales. Es más, conviene elegirlas cuidadosamente, ya que algunas pueden llegar a ser tóxicas al inhalar el humo que sale de la llama… Veamos todos los tipos de velas que existen:
 
Las velas pueden estar compuestas de diferentes tipos de ceras…
 
Velas de parafina. Son las que más se utilizan. No tienen olor pero la llama encendida puede dejar rastro de humo (la parafina procede del petróleo). Por eso conviene alejarlas de paredes y techos, que pueden llegar a manchar si se dejan prendidas demasiado tiempo. No son la opción más “eco-saludable” (se dice que emiten carcinógenos como benzeno y tolueno), aunque sí la más económicas… Una opción con parecidos efectos son las velas de gel.
 
Velas de soja. Son las más populares hoy en día, porque la cera hecha con soja se puede mezclar con diferentes aceites esenciales para dar aroma. Además, la soja se quema muy lentamente y es una de las opciones más naturales y saludables porque apenas deja residuo (humo). Por  supuesto, son las ideales para practicar la aromaterapia…
 
Velas de aceite de palma. Resultan muy ecológicas, igual que las velas de soja, porque son biodegradables. También mantienen bien los aromas y no se funden con demasiada celeridad. Son bastante económicas.
 
Velas de cera de abeja. Son la opción clásica. Desprenden olor a miel y tardan en fundirse, por lo que pueden durar muchas horas. No emiten humo ni sustancias tóxicas, sino todo lo contrario: sus iones negativos reducen las sustancias contaminantes que hay en el aire, y también el polvo, por lo que se recomiendan para personas con asma y alergias.
 
Las velas se pueden dividir en diferentes categorías según su calidad y precio…
 
Velas de lujo. Muchas marcas de decoración de lujo incluyen velas aromáticas de formas clásicas en sus colecciones. En las grandes ciudades, también suele haber en las zonas comerciales más exclusivas pequeñas tiendas dedicadas a la venta de velas. Normalmente están fabricadas con ceras vegetales y de soja y su mecha a menudo es de madera, que cruje mientras arde la llama.
 
Velas para candelabro. Son las clásicas velas alargadas, ideales para poner encima de la chimenea. Su uso no suele ser tan cómodo sobre la mesa, por lo que suelen reservarse sólo para cenas formales.
 
Velas en forma de escultura. Las velas con formas diversas son muy atractivas, y se venden bien como souvenirs o en determinadas épocas del año para decorar fiestas como Halloween, Navidad, etc. En realidad, son velas de un solo uso, porque una vez encendidas pierden su forma rápidamente. ¡Ojo, las velas no son juguetes! Por eso, a pesar de que su forma sea muy atractiva no deben convertirse en un regalo para los niños.
 
Velas de tea o tealights. Este tipo de velas se ha popularizado por precio y por prestaciones. Son pequeñas, manejables y muy versátiles, por lo que es posible realizar diferentes combinaciones con ellas, que siempre resultan atractivas. Su uso se ha generalizado tanto en Navidad como en verano, donde ponen una nota mágica en las cenas al aire libre, formando parte de arreglos creativos o simplemente en recipientes adecuados a su tamaño y forma. También quedan ideales dentro de botes de cristal de mermelada y otras conservas… Las velas flotantes, ligeras y muy pequeñas, se pueden dejar flotando en bandejas de cristal con un poco de agua, por ejemplo.
 
Velas económicas. Aquí podemos incluir las velas que venden en superficies como Ikea, Casa y otras tiendas. Suelen tener un diseño bonito y un aroma agradable, por lo que resultan muy adecuadas para poner una nota de calidez y buen gusto en decoraciones estacionales (y luego deshacerse de ellas cuando se ha cansado de verlas…). Aquí se incluyen las clásicas velas en vaso, recipientes de vidrio, plástico, etc.
 
Cuánto tarda en arder una vela
 
El tiempo que tarda en arder una vela suele ser inversamente proporcional a su tamaño, aunque parezca contradictorio… Es decir, las velas pequeñas con mechas más cortas duran más tiempo que las velas grandes con largas mechas; así, una pequeña vela puede durar encendida de 7 a 9 horas por 0,3 l de cera (onza), mientras que una grande tarda en agotarse de 5 a 7 horas por cada 0,3 l de cera (onza)…
 
Cómo elegir un aroma
 
Las velas pueden tener aroma o no. Procura tener claro este punto antes de tu compra. Piensa en si los que convivís en casa tienen alergias o asma, porque precisamente el aroma puede desencadenarles algún episodio de su enfermedad… En cualquier caso, las velas hechas con aceites vegetales resultan menos agresivas para estas personas.
 
Por otro lado, tenga en cuenta que según las reglas de la aromaterapia, diferentes aceites esenciales pueden provocar en nosotros diferentes efectos: la lavanda puede inducir al sueño, mientras que una esencia oriental puede tener efectos afrodisiacos o un aroma frutal puede resultar energizante…
 
Lo mejor es leer cuidadosamente la descripción del aroma para no llevarse sustos, y descartar directamente aquellas que sean aromáticas pero no describan el olor.
 
 

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