miércoles, 23 de abril de 2014

Un pequeño ático sin complejos, proyectado por el interiorista Iván Cotado

La creatividad y la luz han sido dos importantes aliados a la hora de diseñar los 55 m2 de este apartamento con terraza, situado en A Coruña, convirtiéndolo en un agradable y funcional espacio donde la escasez de metros no ha obligado a renunciar a nada.


Su autor, el arquitecto de interiores Iván Cotado, ha creado un espacio sereno y elegante, cromáticamente masculino, donde no hay concesiones a los espacios superfluos y donde la vida social y privada pueden alternarse a conveniencia. El ambiente frío y elegante, en base a una escala cromática de diferentes grises, encuentra su punto de calidez en los elementos de madera.
El aprovechamiento inteligente de la vivienda ha permitido que su propietario pueda disfrutar de una confortable sala de estar, una amplia mesa de comedor, una pequeña zona de estudio, dos habitaciones (una con baño completo), un aseo y un espacio de almacenaje que se integra discretamente.
En la entrada del apartamento, un pasillo-distribuidor conduce hacia la zona de día (al sur) y hacia la de noche (al norte), mientras un gran armario -empotrado de suelo a techo en uno de sus márgenes- resuelve el almacenaje de la vivienda. Las puertas de las habitaciones y del aseo se han sustituido por paneles móviles que se ocultan en la tabiquería. Una gran puerta acristalada aísla la cocina pero mantiene su visión sin perder la profundidad del espacio.
En la sala de estar y en el dormitorio principal, espejos fumé multiplican visualmente el espacio y cubren dos roperos que camuflan la entrada al baño. La ducha, colocada estratégicamente entre éste y el aseo, resulta accesible desde ambas estancias.
La versatilidad requerida se traduce en el mesado corrido de 4 m que acaba en una pequeña zona de estudio. Otra bancada corrida en el salón realiza la función de estantería decorativa y alberga una chimenea de bioetanol, además de convertirse en banco si fuera necesario. Incluso, un tragaluz, situado sobre el baño principal, se acoge al principio de la multifuncionalidad proporcionando luz a la ducha y funcionando como mesa de centro retroiluminada en la terraza superior.
La iluminación ha sido otro de los cuidados aspectos del proyecto. La luz diurna inunda de vida el pequeño ático y, a medida que se difumina, cede el protagonismo a la artificial que sirve para crear ambientes y destacar elementos importantes de la arquitectura de forma indirecta, creando un efecto teatral.
Ya en el exterior, la terraza, situada en la cubierta del edificio, se convierte en un oasis de paz de 40 m2 con vistas a la Bahía de Riazor y la Torre de Hércules. Con un mismo material unificando suelo y mobiliario, se ha equipada hasta el mínimo detalle sin que ello hiciera perder la esencialidad de un sobrio diseño.
En ella, una multifuncional encimera con fregadero esconde una barbacoa portátil y sirve de banco de trabajo para la jardinera de plantas aromáticas, y una mesa para ocho comensales puede dar cabida hasta 15 y 20 personas gracias a una bancada corrida. Si todo esto no es suficiente, se puede tomar un gratificante baño mientras se disfruta de las vistas a la bahía coruñesa y al Monte de San Pedro.
Para más información visiten: Iván Cotado 









No hay comentarios:

Publicar un comentario