martes, 1 de julio de 2014

Así nace un clásico contemporáneo: la lámpara colgante Wireflow, entre bambalinas.

Reinterpretar la tradición de los chandeliers o lámparas de araña desde una óptica actual; jugar con la transparencia y la perspectiva del observador; lograr un diseño inmaterial y fluido en 2D y 3D; aprovechar la tecnología LED para fusionar forma y función; conseguir un diseño estéticamente impactante y escultural, con y sin luz… Que una lámpara cumpla algunas de estas condiciones no parece tarea fácil. Que las cumpla todas la convierte, a nuestro entender, en todo un clásico contemporáneo. Descubra la maestría y la inspiración que Arik Levy ha puesto en juego en Wireflow, su escultural familia de diseños para la firma española  Vibia.

¿Puede un cable convertirse en una familia de lámparas? Indiscutiblemente, sí. El cable eléctrico de Wireflow dibuja geometrías en dos y tres dimensiones que, a pesar de su gran tamaño, crean un efecto de transparencia. Ésta es precisamente la calidad que define la cautivadora esencia gráfica de esta luminaria construida por Vibia. Le descubrimos los entresijos de esta lámpara vistos por su creador.

La estructura material de Wireflow, constituida por cable eléctrico negro y terminales LED de 3W, consigue un efecto “aparentemente” contradictorio: la lámpara tiene una impresionante presencia física a la vez que es leve y etérea en sus múltiples configuraciones 2D y 3D.

Según remarca el propio Levy, Wireflow combina “presencia y ausencia, transparencia y luminosidad, luz y fluidez“. Y la inspiración surgió de sus propias ilustraciones. “Surgió de la ambición o la necesidad de tomar algo de mi mesa de dibujo y traerlo a la vida con una cantidad mínima de cambio”. Para Levy, Wireflow “podría ser un diamante o una vieja lámpara de araña, pero de una manera muy contemporánea. Encaja en un ambiente contemporáneo o en uno clásico y siempre mantiene su propia identidad”.

Para Levy, el nombre elegido Wireflow (cable que fluye) no es una metáfora, sino más bien una descripción. “Lo que yo quería tener es la sensación de que los cables están llegando desde el techo y siguen fluyendo y fluyendo y fluyendo… y dibujan su propia forma en este camino. Es la fluidez, la continuidad y la infinitud del alambre”.

El diseñador tiene claro que Wireflow no hubiera sido factible sin las posibilidades de la nueva tecnología LED: “El uso de LED nos ayudó en muchos aspectos. Uno de ellos es quepermite usar cables muy delgados y que hemos desarrollado precisamente para eso, porque el LED no necesita un gran diámetro de cobre para ejecutar un diseño como éste. Ésta ha sido la cuestión principal. El segundo aspecto es que las pequeñas dimensiones de la unidad de emisión de luz y la calidad de la luz que queríamos nos permite obtener unas proporciones muy finas y refinadas”.

Esta luminaria colgante, que reinterpreta y renueva la estética de las lámparas chandelier, ya ha sido internacionalmente presentada y aplaudida en Euroluce 2013 (Milán), Light & Building 2014 (Frankfurt) y, más recientemente, en Clenkerwell (Londres). Wireflow ha sido distinguida también con el Best Line Work 2013 en los premios que concede la prestigiosa revista Wallpaper .

Existen cuatro referencias Wireflow 3D o Volumétricas, que proporcionan iluminación general: octogonal (8 luces), hexagonal (6 luces), cuadradas (4 luces) y chandelier (20 luces).

Las referencias de 2D o Lineales son de acentuación (no llevan vidrio). Existen tres modelos: de 2 luces, de 6 luces y de 10 luces.

Por último, los modelos Wireflow de Libre Disposición (1, 3, 6 y 9 luces) son de iluminación general.

Su fuente de luz siempre es LED.

La plataforma online vibia.com permite experimentar con infinitas configuraciones de la colección Wireflow en el espacio. Posibilita seleccionar forma y tamaño así como modificar, si se desea, la longitud de Wireflow hasta conseguir el diseño que mejor se adapte a las necesidades específicas de cada espacio y proyecto.

Para más información visiten: Vibia 
Vía: diarioDESIGN














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