jueves, 10 de julio de 2014

Café de Colón: nuevo paraíso de ‘afterworks’ y cenas para los amantes del vintage.

En la madrileña Plaza de Colón se ubica este versátil restaurante, Café de Colón, cuyo diseño surge de la colaboración entre el arquitecto Sergio Sarriá y la interiorista Eva Maraver. El resultado es un lugar mágico, con alma, ecléctico: sofisticado y, a la vez, muy acogedor.


El nuevo espacio ha sido creado para adaptarse a todo tipo de circunstancias, desde reuniones informales de trabajo; almuerzos con prisa en la barra; citas after work; encuentros más íntimos en su reservado, ubicado al fondo de la sala y con capacidad para veinte comensales o treinta personas; y comedor al uso donde disfrutar de una buena comida o cena, con sobremesa o velada incluida para deleitarse con alguno de sus cócteles.

En el proyecto de interiorismo destaca especialmente la cuidada iluminación, que se torna más íntima a medida que avanza la noche.

Se han escogido lámparas colgantes de latón francesas características de los años 60, de Serge Mouille, para iluminar los espejos geométricos del friso central y crear así un juego de luces muy atractivo sobre la barra.

La cava de cristal del salón se transforma de noche en una lámpara de luz y todo el espacio se adorna con lámparas de globos opal y latón, fabricadas según un diseño a medida.

Elementos clásicos, como los florones de escayola, conviven con el cemento pulido industrial del suelo, y este se funde con las paredes de estuco gris piedra para crear una unidad cromática.

En los solados se ha apostado por la tradición, empleando baldosas hidraúlicas, pero con diseños contemporáneos geométricos y en formato hexagonal.

Es común en todo el espacio la mezcla de la artesanía con la sofisticación del latón, así como las maderas naturales al aceite, que se combinan con espejos envejecidos a mano, y los materiales nobles como el mármol.

Las butacas de terciopelo rosa empolvado junto a mesas de metal se mezclan con sillas de cuero envejecido de estilo industrial, y la nota colorista la aportan las sillas años 50 tapizadas con atractivas telas inspiradas en el arte de Frida Kahlo.

Destaca su gran terraza, abierta todo el año, ubicada
 en la Plaza de Colón y con vistas a la Biblioteca Nacional. Cuenta con una superficie de 100 m2 y un total de dieciséis mesas y sombrillas de diseño. En ella se pueden disfrutar los mismos platos que en el salón.

Una nueva vida para el antiguo Café de los Artistas, que de la mano de su chef, el gallego Jesús Barreiro, trata de convertirse en referencia indiscutible en Madrid de una cocina elaborada con los mejores productos y servida con mucha creatividad.

Vía: diarioDESIGN





No hay comentarios:

Publicar un comentario