martes, 8 de julio de 2014

Un café cálido y moderno gracias a la madera y el acero

Uno de los desafíos a los que se enfrentan los propietarios de negocios abiertos al público es que el establecimiento sea atractivo. El desafío se multiplica cuando se trata de adaptar un local que se dedicaba a una actividad completamente distinta. Este es el caso de este pequeño bar y café en Amsterdam, que se ha situado en lo que fue una lavandería.


Ninetynine ha sido el estudio encargado de la reforma y adecuación del local. Los interioristas han preferido mantener algunos elementos que remiten a la historia del local, como los contadores de las lavadoras de autoservicio. El nombre también nos remite a esta actividad: "La lavandería"
Uno de los objetivos era conseguir un café muy personal, con identidad propia y, al mismo tiempo, con un presupuesto muy ajustado. Se optó entonces por la simplicidad de los listones de madera y el acero pintado de negro.
La máquina de café se convierte en la gran protagonista, situada en una isla a la entrada del local.
La pared del fondo, donde se ubican los contadores, se revistió de listones de pino de Oregón sin cepillar.
El resto del espacio acoge sillas y asientos en distintas disposiciones: mesas bajas, sillas, mostradores altos con taburetes, bancos corridos y una gran mesa común en una de las esquinas del local.
Para la iluminación se optó por modelos industriales con un toque vintage al estar encerradas las bombillas en jaulas. Para el piso se eligió hormigón pullido.
Vía: decoramus





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