viernes, 29 de enero de 2016

Marita Ron Heritage Café, en A Coruña

Si pasa por A Coruña, no deje de visitar Marita Ron Heritage 
Café, en el Cantón Pequeño, en pleno centro de la ciudad. Y si es coruñés o de alrededores, no les digo nada, pues seguro que conoce de sobra este sorprendente local, situado en el antiguo Ultramarinos Aniceto. 150 años contemplan este edificio, cuyo bajo ocupó durante años esta hermosa tienda de abastos que, al pasar de los años, se vio obligada a cerrar. Su nuevo propietario, Emilio Ron, del grupo Tortoni, tenía una idea clara: abrir un local dual, con cafetería de día y copas por la noche, pero manteniendo la genuina esencia de su interior. Para ello contó con la ayuda del equipo de Roomy Showroom y de la interiorista Rosa Asende, con quienes trabajó muy de cerca para recuperar todos los elementos arquitectónicos posibles, y crear un establecimiento nuevo con su propia personalidad. Entren y vean el sorprendente resultado.



La entrada

El trabajo de restauración fue largo y cuidadoso, pues no siempre se pueden reponer piezas que están muy deterioradas o que faltan. El suelo de baldosas hidráulicas, por ejemplo, es el original, pero algunas losetas se sustituyeron por otras de las cocinas de pisos superiores.


El mostrador de don Aniceto

Marita Ron Heritage Café es un singular espacio donde se puede disfrutar de muchos ambientes diferentes, y dependiendo del ánimo del parroquiano, degustar de una exclusiva variedad de cafés, o bien, cócteles y combinados, así como de repostería casera. El mostrador donde despachaba don Aniceto se conservó y restauró, y ahora sirve de barra de la cafetería.

La pesa antigua también estaba en la tienda de ultramarinos, pero se han incluido elementos marineros, como no podía ser de otra forma, junto con unos taburetes estilo Thonet. En la pared de esta zona, se dejó al descubierto el muro de piedra, y se diseñó una funcional estantería de acero, que deja ver la piedra y que está cuidadosamente iluminada para tal fin.

La cafetería
Vista de Marita Ron desde la entrada. Las vitrinas de la derecha se restauraron, y a la izquierda, se colocó un zócalo de acero corten, rematado por una pequeña barra, para dar más servicio a la zona más estrecha del local. Las mesas están realizadas con patas de hierro de máquinas de coser antiguas y encimeras de mármol, acompañadas de sillas Thonet pintadas de blanco.

Esta zona se cierra con este coqueto rincón, donde se han conservado las estanterías del fondo, aunque hubo que abrir un vano para dar paso a la zona posterior del local. Los muebles son en su mayoría recuperados y antiguos, comprados en almonedas y mercadillos españoles, ingleses o noruegos.

Otro rincón con mucho encanto, situado frente al mostrador, compuesto por una mesa de cocina antigua y varias sillas Tolix originales en diferentes colores. El espejo es de 1900 y se encontraba en el local.

La terraza cubierta

El local cuenta con dos zonas exteriores: ésta es la terraza cubierta y acristalada,que se agradece en invierno. Aquí se conservó el suelo de adoquines de barro y se descubrió una de las paredes de piedra. La otra se cubrió con lamas de madera tratada. Llama especialmente la atención la puerta de guillotina que se conservó.

La terraza abierta

El antiguo “saladero”, donde se salaba el bacalao y almacenaba la carne, se convirtió en esta espléndida terraza. Al fondo, los parterres de los helechos se colocaron en las antiguas estructuras de madera donde se almacenaban estos alimentos. Las vigas de hierro que surcan el techo, las paredes de piedra y el suelo de cemento dan un inconfundible aire shabby chic a este espacio, donde nos gustaría estar en este momento.

Para más información visiten: Marita Ron Heritage CaféRoomy Showroom 
Vía: decoratrix






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