miércoles, 15 de noviembre de 2017

Radiadores

Radiador: aparato cuyo objetivo es transferir el calor que ha recibido de un fluido caloportador al ambiente de un local, mediante convección y radiación.​ Existe un gran número de tipos de construcción que difieren, tanto en el modelo (radiador, panel, convector), como en el material de que están construidos (hierro fundido, chapa, aluminio) y desde luego, en el rendimiento.

Tipos de radiador

Radiador de tubos de acero

Están formados por tubos, dispuestos generalmente de forma vertical y soldados a un colector tanto en la parte superior como en la inferior. Son muy resistentes a la presión y se utilizan mucho en instalaciones industriales, en instalaciones centrales de edificios de mucha altura y en general, con vapor o agua sobrecalentada. También se fabrican así, radiadores especiales como; toalleros, radiadores curvos o de gran altura, en los cuales prima la función estética sobre el rendimiento.

Tubulares con aletas

Con el fin de aumentar la superficie de emisión, se construyen los radiadores con aletas, bien de fleje, en los que las aletas se arrollan helicoidalmente sobre el tubo, o bien de discos de acero o fundición fijados a los tubos. Tienen la ventaja del menor tamaño que los tubos lisos, para la misma potencia de emisión y la desventaja de su dificultad de limpieza.

Paneles planos

Se construyen con dos chapas de acero de entre 2 y 4 mm de espesor, lisas o perfiladas formando canales, que se sueldan por puntos, de forma que el grueso del panel suele ser de unos 25 mm. Existen ejecuciones con varios paneles, que se sueldan entre sí con intermedio de chapas conductoras, que mejoran la emisión de calor, en cuyo caso se denominan paneles convectores. Exigen un espacio de instalación muy pequeño y son los más baratos por su relación precio/potencia.

Radiadores por elementos

Es el tipo de radiador más extendido. Se componen de elementos iguales que se unen entre sí mediante manguitos roscados derecha-izquierda hasta formar la potencia deseada. Los hay de diferentes dimensiones en altura y profundidad. Inicialmente fueron de hierro fundido, cuya principal ventaja es la resistencia a la corrosión. En la actualidad se han impuesto los de aluminio, más ligeros y de mayor potencia para un mismo tamaño, gracias a que permiten más superficie por elemento. Se oxidan, sobre todo inicialmente, dependiendo del tipo de agua y son algo más caros. Los hay más baratos, de chapa de acero, pero tienen el gran problema de la inevitable corrosión.

También existen radiadores de material plástico, pero tienen muchos inconvenientes; admiten solo baja temperatura y baja presión, tienen un coeficiente de dilatación muy alto y son combustibles. Tienen empleo en aplicaciones especiales de baja temperatura.

Convectores

El tubo con aletas es el elemento fundamental de este tipo de emisor. El aire que circula entre las aletas, se calienta y por convección natural o forzada lo transmite al ambiente. El tubo de aletas se puede ubicar en un hueco en la pared constituyendo lo que se conoce como radiadores de zócalo o incluso en el suelo, aunque no es muy empleado. En el mercado existen elementos que no precisan empotrarse, ya que disponen de un mueble que cubre el tubo aleteado y forma el convector. La regulación se hace mediante una mariposa que controla el caudal de aire que pasa por el convector. Actualmente es un aparato en desuso en las instalaciones de calefacción por agua caliente, pero siguen existiendo convectores eléctricos.

Sistemas de instalación

Los radiadores pueden instalarse de dos formas:

Sistema monotubular
Sistema bitubular

Sistema monotubo

En el sistema monotubo los radiadores se conectan en serie. Los radiadores con la tubería, forman un anillo que parte de la caldera, une cada radiador con el siguiente y vuelve a la caldera. Si todo el caudal del bucle pasa por cada radiador y se utilizan válvulas convencionales, el cierre de un radiador pararía la circulación en todos ellos. Por esta razón, cada válvula monotubo está provista de un baipás que permite la circulación en el bucle, aun cuando se hayan cerrado uno o todos los radiadores del mismo. Aparte de los diferentes modelos de cada fabricante, esencialmente existen dos tipos de válvula monotubo: simple reglaje y doble reglaje. La llave de simple reglaje dispone de una manopla de mando que el usuario puede accionar. En estas condiciones, hay que suponer que la válvula estará o todo abierta o todo cerrada. Abierta, pasará por el radiador todo el caudal del bucle y continuará para el siguiente, cerrada, no entrará nada en el radiador, pero todo el caudal continuará hacia el siguiente. La llave de doble reglaje, además de la manopla del usuario, dispone de un tornillo de regulación oculto,​ que permite regular y fijar el caudal que se derivará al radiador correspondiente, cuando la manopla esté abierta por parte del usuario. Con simple reglaje, el salto térmico elegido se reparte proporcionalmente a la potencia de cada radiador. En el doble reglaje, el salto térmico en cada radiador será el mismo e igual al del bucle y es el caudal el que se reparte proporcionalmente a la potencia de cada radiador.

Ventajas

Reducción de la longitud de tuberías hasta en un 50% respecto del sistema bitubular, lo que supone además de ahorro económico un ahorro energético en pérdidas de calor en tubería.
Instalación más segura. Generalmente se utilizan tubos especiales de acero o cobre protegidos, o bien materiales plásticos como el polietileno reticulado, que se instalan en tramos enteros entre radiadores, es decir, sin empalmes, ni accesorios enterrados y con pocos o nulos problemas de corrosión.

La mano de obra se simplifica grandemente y por tanto debiera de ser más barata.
En instalaciones domésticas con calderas murales, la instalación se hace particularmente simple, ya que un solo bucle puede coger la totalidad de la vivienda o apartamento. Si bien, hay que tener en cuenta que las pérdidas de carga en las válvulas de radiador se suman, y sobre todo, en el caso de todo el caudal por cada radiador, la pérdida de carga total del anillo, puede llegar a ser más alta que la presión disponible en la bomba de circulación de la caldera, lo cual hay que comprobar y si es necesario dividir los radiadores en dos o más anillos.

Inconvenientes

El precio de las válvulas monotubo es algo superior al de la valvulería para bitubo.
Al tener que dimensionar los últimos radiadores a menos temperatura, estos resultan más grandes que los correspondientes en bitubo.
En instalaciones centrales, teniendo en cuenta que los anillos tienen un caudal prácticamente constante, los retornos pueden ser más calientes, sobre todo cuando las válvulas termostáticas se cierran, lo que supone pérdidas de calor en la red general. Evidentemente este incoveniente tiene muchas soluciones, pero no hay que dejar de tenerlo en cuenta.

Sistema bitubo

En este caso los radiadores se instalan en derivación o paralelo. Una tubería de ida parte de la caldera y va dando entrada a todos los radiadores, cuyas salidas son recogidas por otra tubería, que retorna el caudal a la caldera.

En este tipo de instalación, cada radiador dispone de una válvula de entrada, generalmente por la parte superior, denominada de reglaje, y otra a la salida por la parte inferior, denominada detentor. Por cada radiador deberá circular un caudal igual a su potencia dividida por el salto térmico elegido. El caudal total de la instalación, que deberá suministrar la bomba de circulación, será la suma de los caudales por cada radiador.

La pérdida de carga de la instalación no será la suma como en el caso del monotubo, sino que será la correspondiente al radiador más alejado o más desfavorecido. Teniendo en cuenta que la pérdida de carga del radiador en sí mismo, es despreciable, la pérdida de carga total será la correspondiente a la longitud de tubería necesaria para realizar el circuito del radiador más alejado, más la correspondiente a las válvulas de entrada y salida para su caudal nominal y más la pérdida de carga del sistema de generación. La bomba deberá tener la altura manométrica suficiente para vencer la resistencia del circuito que la tenga mayor, ya que la presión se reparte por igual a todos los puntos del fluido, y si esta es suficiente para superar el circuito más desfavorable, también lo será para los favorables.

Lo característico de este sistema de distribución es que debido a las pérdidas de carga en la tubería, la presión diferencial disminuye cuanto más nos alejamos de la bomba y el caudal total impulsado se reparte en función de esta presión diferencial. Por un radiador con una diferencia de presión grande entre la entrada y la salida, circulará mucho caudal de agua, y al contrario cuando la diferencia es pequeña. Para conseguir que por cada radiador circule el caudal de agua que reclama su potencia, habrá que proceder a un equilibrado hidráulico.

Retorno invertido

El bucle Tichelmann, conocido también como retorno invertido es un sistema ingenioso de distribución bitubular, mediante el cual se consigue igualar la presión diferencial de todos los radiadores. Teniendo en cuenta que la pérdida de carga de cada radiador viene determinada por la longitud de tubería entre la ida y el retorno que le alimenta, el retorno se hace en el orden contrario a la alimentación, es decir el primer radiador que se alimentó, es el último que retorna. De esta forma la longitud tubería de ida más tubería de retorno es la misma para todos los radiadores y, por tanto, su pérdida de carga también.

En principio parece una solución muy simple al problema de equilibrado de las instalaciones bitubulares, sin embargo hay que tener en cuenta que:En viviendas alargadas, el tubo de retorno prácticamente se duplica, lo que entre mano de obra y tubería se equilibra con el ahorro en válvulas de equilibrado. Cuestión aparte son las pérdidas térmicas que supone esta longitud de tubería añadida. En viviendas con distribución periférica, no supone prácticamente aumento de longitud de tuberías.Por otra parte, presiones diferenciales iguales en cada radiador, supone caudales iguales en todos los radiadores, independientemente de su potencia, lo cual no parece muy razonable, cosa que se arregla con radiadores de distinto tamaño o, lo que es lo mismo, distintas superficies de intercambio.

El bucle Tichelmann es perfecto cuando todos los emisores de la distribución tienen la misma potencia, por ejemplo: instalación solar con paneles térmicos o distribución de emisores en naves industriales o grandes espacios.

Vía: Wikipedia

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