miércoles, 4 de septiembre de 2013

Improvise camas para sus invitados

Improvisar camas para dormir en las casas no es tarea fácil. Las visitas de algún amigo o familiar son un clásico en determinadas fechas, y no siempre se dispone de un dormitorio extra que ceder a los invitados. O a veces éste no es suficiente. Por eso, le mostramos todas las alternativas para improvisar nuevas plazas para dormir en casa como si se tratara de un hotel. Con comodidad y sin estrecheces…

¿Recuerda las llamadas "camas turcas" que se tenían en cualquier rincón de la casa y se sacaban al salón cuando llegaba algún pariente de improviso?
Los tiempos han cambiado y son ahora muchas las opciones que podemos elegir para acoger en nuestra vivienda estas visitas de pocos días sin que alteren apenas la vida cotidiana de la casa. Y sin necesidad de gastar en sofás-cama, que sólo se usan en muy contadas ocasiones…
Los colchones hinchables se han convertido en la gran novedad de los últimos tiempos para improvisar camas en casi cualquier sitio. El gran cambio ha venido en el tamaño (los hay dobles, comparables a camas de matrimonio) y además han mejorado mucho en textura exterior, facilidad de inflado, y también porque el aire se reparte en su interior de forma más homogénea presentando una superficie prácticamente plana.
Los colchones hinchables más cómodos y adaptados a la vivienda traen incorporada una bomba o inflador que permite llenar de aire y/o vaciar los elementos en menos de 5 minutos. Son altos para simular una cama, y permiten dormir con bastante comodidad. Los hay que no llevan inflador, pero tienen válvulas grandes con gran capacidad, adaptadas a dos tipos de infladores estándar: los que van a pilas y los que van a red. A la larga, los de red, algo más caros, acaban saliendo rentables.  En Carrefour Online, un modelo sencillo de 200 cm de ancho con inflador incluido sale por 34 euros aproximadamente.
Los colchones hinchables de camping se caracterizan por un menor peso y porque son más bajos. Los precios van de 15 euros el colchón de 70 cm de ancho de Decathlon a 19 euros aprox. el doble de 140 cm de ancho. Con bomba incorporada, el precio de este último asciende a 95 euros.
Las camas tumbonas son la otra opción que viene directamente del mundo del camping. Su gran ventaja es que tienen patas y permiten dormir en alto sobre una tela de poliéster de gran resistencia. También su ligereza, ya que sólo pesa 7,5 kg a 9 kg. Existen en anchos de 70 cm (49 € en Decathlon) y son suficientes para el descanso de una persona de complexión media-grande (aguantan un peso hasta 100 kg), especialmente si es joven. Se pliegan a modo de paraguas, y vienen con una funda parecida a la de las sombrillas de playa.
Un paso más allá están los módulos tapizados plegables, que al desplegarse, se convierten en camas. Suelen llevar varios elementos de gomaespuma de gran densidad, y es la propia funda de tela que los envuelve la que permite el plegado y desplegado fácil para convertir el módulo en cama. Una opción divertida para dormitorios infantiles, buhardillas, etc. que permite improvisar camas para los más pequeños y también para adultos. Disponen de varios modelos de estética juvenil en ancho de 70 cm en Maisons du Monde por 97 euros.
Las camas plegables tradicionales son una opción que sigue vendiéndose en tiendas de muebles por versatilidad y confort garantizados. El somier plegable y la opción de ruedas en la estructura hacen de estas camas un recurso sin competencia. Resultan cómodas, se pueden alojar en el trastero o tapar con una buena tela de tapicería cuando están a la vista, y permiten improvisar una cama muy cómoda en un visto y no visto… Una cama plegable con colchón de muelles de 90 cm de ancho en Cosmobili.com sale por 205 euros.  El modelo Sandvika de Ikea, con láminas de madera maciza y 80 cm de ancho, 55 euros.
Un colchón cualquiera es, por último, la opción de emergencia que no se debe descartar nunca. Si quiere hacerlo especial, no tiene más que colgar un dosel con mosquitera del techo, y verá que cama improvisada para, por ejemplo, una joven pareja. ¡Casi una cama de reyes, pero a ras de suelo!

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